¿Existe el "doping" académico?

En las últimas semanas he podido leer más de un artículo, y más de dos, en los que se refieren a la toma controlada de sustancias de potenciación del rendimiento por parte de investigadores de diferentes disciplinas. Parece que todo empieza por una encuesta realizada por la revista Nature, en la que un increíble 20% de los 1400 lectores que respondieron a la encuesta (se supone que la mayor parte académicos e investigadores) tomaban algún tipo de medicamento de incremento de prestaciones "cerebrales". Medicamentos como Ritalín o Provigil, que requieren receta, son, según la encuesta, herramienta de uso común de los investigadores para las largas horas de escritura de papers, de análisis de resultados, y una manera de gestionar la tensión derivada de un trabajo que depende de manera casi exclusiva de las decisiones de publicación o no de los estudios realizados en revistas y conferencias.

La duda es si es ético, legal o si incluso se puede considerar "hacer trampa". Otra de las preguntas relacionadas es si la investigación se puede comparar al deporte, si existen reglas que cumplir más allá de lo que nos diga la ética, o si, por el contrario, el avance de la humanidad va más allá de las decisiones personales tomadas para llegar (el "si no hago daño a nadie, no pasa nada"). Lo cierto es que la investigación es competición, pero, como también se expone en los artículos, no existe el concepto de "doping", por lo que mientras la toma sea controlada, es como impedir a alguien tomarse dos cafés expresso para poder seguir trabajando por la tarde. Seguramente me fastidiará el que a mí me entre la modorra tras la comida mientras que el otro está al 200%, pero será mi decisión la de no tomar ese cafetito. O quizá tenga que buscar mi momento óptimo de concentración a lo largo del día.

¿Qué opináis? Avance de la ciencia cueste lo que le cueste al investigador (repito, temas éticos aparte, que eso da para otro post, como mínimo), o reglas de juego iguales para todos?

Comments

Anonymous said…
Las drogas aportan ese plus (ya sea más resistencia en la bici, esas horas de estimulación cerebral -donde ves desde un proyecto o elefante rosa - o esas horas de erección continua ;-) ) que a veces la naturaleza no te aporta; es como si fuera una herramienta más. el problema es su abuso, o superar la frontera difusa que va de ese plus a una intoxicación peligrosa o mortal. Sin llegar a exagerar es como un ordenador. Antes los cálculos se hacían a mano, ahora en milesimas de segundo tienes todo el conocimiento del mundo; pero esto también puede ser peligroso. Claro, que también habría que plantearse si hay que avanzar todo lo deprisa posible, como una competición. En el deporte está claro que solo hay una meta que es ganar, en la investigación, no. Como todo, debería quedar en la decisión libre del individuo, sin presiones externas (la empresa que quiere resultados ya, o los contratos que nos tiranizan) y no nos veamos a llegar a plantear tomar estimulantes artificiales (los legales bien vendidos por empresas farmaceuticas y médicos a comisión) para superar esa pequeña diferencia que nos puede separar de los competidores.

Popular Posts