Trabajando con equipos distribuidos

Tony Schneider, de Automattic, habla sobre las bondades de los equipos distribuidos, donde una empresa no tiene como tal ningún "headquarter" principal, sino que contrata gente allí donde la encuentra. Los puntos positivos que Tony menciona son muy interesantes:

  1. A los empleados les encanta. Y no es ninguna tontería. La satisfacción de los empleados es fundamental para que se rinda, sobre todo en proyectos de "alta tensión". El no tener que correr por las mañanas para llevar al niño a la guardería, el no tener que gastar dinero en ropa que sólo se usa para "aparentar", ... eso está muy bien...
  2. A la gente se la contrata donde se la encuentre. Si alguien es bueno, es bueno, y te interesa. No importa dónde se encuentre. 
  3. Aprovechamiento del tiempo. Se utilizan mejor las herramientas de comunicación y el tiempo disponible. 
  4. Se puede seguir socializando. Quizá no todos los días, pero parte del dinero ahorrado en oficinas se aprovecha en viajes de reunión de equipos.
  5. Las oficinas son más divertidas. Alguna oficina habrá, aunque sea porque en una misma zona se junten más de dos personas de la misma empresa. Pero el enfoque de estas oficinas es diferente, más flexible y dinámico.
  6. El ahorro de costes es, como decía antes, considerable (aunque imagino que depende de cada caso)
Esto suena muy bien. Y los puntos 1, 2 y 3 me convencen. Pero me preocupa que una buena idea que funciona en un entorno determinado se convierte en otra moda más que si no la sigues no "molas". Montar un equipo distribuido también tiene sus desafíos:
  1. El tema legal es complejo. Como se dice en los comentarios del post, tanto el montar el aparato de contratación (diferente para cada país, teniendo que montarlo aunque sólo se contrate a una persona) como el de los beneficios y derechos de cada país (tanto en cuanto a la parte legal como a la de gestión de equipos: ¿10 días de vacaciones en USA, y 25 en otro país?).
  2. La comunicación es más eficiente, pero la entrega del mensaje es más complejo. A mí que me cuenten lo que quieran, pero trabajo todos los días con gente de diferentes zonas horarias, y las herramientas de comunicación online no siempre funcionan como hace falta. Por otra parte, el no poder estar cara a cara con las personas con las que hablas me sigue resultando aún una limitación muy importante.
  3. La estrategia de búsqueda de gente con talento varía. No es la misma gente que la que estaría feliz y tranquila en una oficina, pues sabe que es dirigida. Y hay gente con talento en ambos "bandos". 
  4. La multiculturalidad. Me parece un valor añadido muy importante, pues crea una dinámica, en general, mucho más interesante y donde se aprende mucho cada día. Pero cuando hay conflictos, pueden ser mucho más complejos de resolver o mitigar.
  5. Las herramientas de control y monitorización son diferentes, y puede que incluso no existan. No soy partidario de un control exhaustivo de equipos, sobre todo de equipos de empresas de alto rendimiento, pues es necesario un factor de confianza, pero tampoco se puede dejar todo al azar (o, dicho de otra manera, no puedes dejar que te tomen por el pito del sereno :) ). 
  6. El estar realmente al día se complica.En la misma oficina no tengo que hacer ningún esfuerzo para saber cómo van las cosas y lo que está haciendo cada uno. En un entorno distribuído y de alto rendimiento (esto es, alto nivel de estrés diario :) ), si un miembro del equipo no puede, por la razón que sea, actualizar su estado, la recuperación es más complicada. Y no se trata de que ese miembro sea "vago" (que puede ser, claro), sino que, como todos, hay días en los que no le da tiempo a hacer todo lo que tiene "en su plato".

Y hay más cosas, pero no es cuestión de hurgar en la herida. Aún así, creo que es el futuro y, casi, el presente. Los costes asociados a las clásicas oficinas, la necesidad de globalización y flexibilidad del trabajo a realizar, y la mayor conjunción de la vida pública y privada hacen de este movimiento algo imparable o, al menos, su conversión en una opción más que cualquier empresa se planteará de manera tan natural como si pone máquina de café y bollos, o sólo de café.


Comments

Joselu said…
Siempre interesante en tus posts y siempre añadiendo el puntito de experiencia propia.

Hace años tuve que trabajar en un proyecto complejo para una empresa extranjera. A pesar del teléfono, internet y las herramientas de teleconferencia del momento, ellos preferían pagar aviones y alojamientos (más dietas y sobresueldos) para tenernos allí cara a cara, y la verdad es que era todo más fácil en los periodos presenciales que en los remotos.

El teletrabajo exige mucho procedimiento y hay veces en que no es posible o no es lo suficientemente ágil.
Justo Hidalgo said…
Tiempo sin vernos, Joselu, hay que solucionarlo pronto!

Lo que dices es exáctamente lo que pretendía comentar. Me encantan estas iniciativas, pero no podemos pretender que lo que les funciona a unos nos funciona al resto. Los beneficios del trabajo distribuido son muchos, pero también lo son los riesgos y los desafíos.

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