La vida de Stéphane Hessel
Desde hace unos meses la vida y obra de Stéphane Hessel se ha hecho relativamente conocida, debido a su manifiesto "¡Indignaos!", tomada como una de las chispas que ha encendido los últimos movimientos sociales en diversas partes del mundo. No es éste un blog político, así que prefiero centrarme, después de leer su manifiesto (que recomiendo encarecidamente... son unas pocas páginas pero tan llenas de vida que te dejan exhausto, y que me hacen tener muchas ganas de releer "El miedo a la libertad" de Erich Frömm) en cómo se pueden llenar 93 años de lucha, coraje y, como él mismo dice, resistencia y enojo, siempre desde una aproximación no violenta.
Stéphane Hessel ha pasado por la Alemania pre-nazi, la Francia del gobierno de Vichy aliado al Eje, de donde huyó para meterse en la resistencia de De Gaulle. En una de sus misiones en Francia fue capturado y metido en un campo de concentración de donde se salvó de milagro (en la biografía que aparece en su libro se menciona como "su suerte eterna"). Tras varios intentos de fuga, lo consigue y huye. Sólo esto daría para varias películas más interesantes que las que nos suelen llegar.
Pero después, ya en un papel más diplomático, participa en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y se involucra activamente en temas franceses e internacionales como Argelia, el conflicto en Palestina, o los problemas sociales de los sin techo.
Cuando, con 93 años, parece que sólo queda aliento para sobrevivir, Hessel escribe ¡Indignaos!, y me hace pensar que todavía queda mucho por hacer.
Para finalizar, os recomiendo, si no lo habéis visto todavía, este reportaje de Informe Semanal sobre la obra.
Stéphane Hessel ha pasado por la Alemania pre-nazi, la Francia del gobierno de Vichy aliado al Eje, de donde huyó para meterse en la resistencia de De Gaulle. En una de sus misiones en Francia fue capturado y metido en un campo de concentración de donde se salvó de milagro (en la biografía que aparece en su libro se menciona como "su suerte eterna"). Tras varios intentos de fuga, lo consigue y huye. Sólo esto daría para varias películas más interesantes que las que nos suelen llegar.
Pero después, ya en un papel más diplomático, participa en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y se involucra activamente en temas franceses e internacionales como Argelia, el conflicto en Palestina, o los problemas sociales de los sin techo.
Cuando, con 93 años, parece que sólo queda aliento para sobrevivir, Hessel escribe ¡Indignaos!, y me hace pensar que todavía queda mucho por hacer.
Para finalizar, os recomiendo, si no lo habéis visto todavía, este reportaje de Informe Semanal sobre la obra.
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